lunes, 10 de septiembre de 2012

LAS IMÁGENES DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN CONFORMAN NUESTRA VIDA COTIDIANA


La repetición de los mismos actos, al cabo del tiempo, nos hace sentir que las cosas se hacen habituales, de tal manera que dejamos de reaccionar ante ellas o siempre nos provocan la misma sensación.
Nuestra vida cotidiana se ha convertido en pura rutina, en una repetición irracional porque no sabemos mirar, buscar con curiosidad. Nos conformamos con encontrar en lo que miramos a nuestro alrededor un símil de la imagen que hemos visto en la televisión, identificación que resulta placentera y suplanta nuestro conocimiento directo de lo real por algo que no pertenece a nuestra verdadera experiencia.


Paco Vivo. Naranjo luminoso. 2011 

La palabra cotidiano encierra una trampa. Hoy vivimos lo cotidiano como un mundo de ficción, teñido de irrealidad, donde el tiempo de la vida se despilfarra en un letargo embotado. No nos paramos a ver qué son las cosas y a disfrutar de ellas así que no conocemos las sensaciones que producen, porque no sabemos separarlo de aquello que nos transmiten los medios. Lo cotidiano se hace invisible y, al fin, para que salgamos de nuestro retraimiento tiene que ocurrir algo extraordinario. Por esto en mis fotografías intento mirar las cosas desde otro contexto y hacerlas extraordinarias, que algunos de sus elementos alcancen notoriedad, es decir, pongo en alerta el sistema perceptivo, analizo lo que miramos, hago que se vea el artilugio y deseo hacer sentir la sensación de novedad, como cuando volvemos a casa después de un viaje, donde lo antiguamente cotidiano nos parece desconocido y se ha convertido, por un instante, en  algo nuevo.

Paco Vivo. Experiencia botánica. 2011 

Mientras leo lo que escribí, un fresco aroma me llega a intervalos. Sigo mi tarea, pero de nuevo, desde el huerto, el ligero perfume me distrae y, sin embargo, me centra y remite a mi corporeidad. Me dice que, aunque esté en otro ámbito, aunque por ser tan ordinario mi mente no repare en ello, la vida se renueva y sigue su proceso. La incorpórea fragancia que ahora inunda la habitación me pregunta donde está lo real.
Ya estamos con lo de siempre. ¿Cómo se vive la vida?
Ahora estoy en el huerto, rodeado de estímulos, relatando la impresión que me causa el mundo o lo que es lo mismo haciendo fotografías o pintando, en conclusión, haciendo arte, para atrapar y contarme esa vida.

Paco Vivo. Gran experiencia botánica. 2011 


Me pierdo entre matojos, flores y árboles, y enloquezco ante la exultante naturaleza. Con el paso del tiempo, la euforia vital pasa pero me ha empujado a hacer una ingente cantidad de fotografías. He capturado las flores que me sacaron de mi agujero y me gustaría que esas imágenes llevaran el aroma que aún queda en mi memoria. He adoptado extravagantes posturas frente a ellas por ser el motivo de mis primarios impulsos. Me he preguntado si, acaso, una pintura podría ser mejor herramienta para aprehender el arrobo que me produjo la esencia de la flor. No, no. Mejor una instalación visual, sonora, táctil y aromática e incluso gustativa para acercarme lo más posible a las sensaciones vitales. Jugar con las mismas impresiones para que otros comprendan lo que he sentido. Pero, es que ni así. ¿Qué tiene que ver una instalación con mi huerto? Y no voy a traer a la gente en ese preciso instante a mi casa, al huerto. A pesar de mi denuedo percibiría otras cosas, tendría sensaciones referentes a su experiencia. Incluso la misma naturaleza mostrada para hacer comprender lo que alguien sintió sería un simulacro, siempre se trataría de una representación.

Paco Vivo. No estamos solos. 2011

Al ver las fotografías las descubro parecidas a cientos de representaciones que he visto en revistas, en películas, en internet y también en fotografías artísticas. Reconozco entonces que mi momento glorioso de expansión y encuentro con mi yo es exactamente igual que el de cientos de personas. Es lógico, que voy a tener yo de especial. Sin embargo, si me gustaría, al menos, que la forma de decir, que mi lenguaje, que mi representación evocara algo de lo que la situación me ha hecho sentir y pensar. Aunque la misma instantánea, como dice Serge Tisseron, “es una forma de pensar y lo es desde el momento mismo de la toma fotográfica. Lo que equivale a decir que lo importante no es la fotografía como imagen, sino la fotografía como práctica”, para mí el trabajo continúa. Ahora me toca ver y elaborar todo el material. He disparado fotos que formarán parte de un todo mayor, algunas tienen un contraste demasiado alto que he de equilibrar, en otras tendré que corregir el color, así que estoy ansioso de manipular la primera impresión para obtener otros resultados.


Paco Vivo. Narambrillero. 2011 



Paco Vivo. Diferente amanecer. 2011

¿Por qué he hecho fotografías de una determinada forma, parecidas a otras que ni siquiera recuerdo, pero que repiten su esquema? ¿Acaso estoy irremisiblemente influido por las imágenes que me rodean? ¿Estoy aún capacitado para oler la sensación primaria de las cosas o nada más construyo la realidad a través de la jerga de los medios de masas? ¿Podría darse la posibilidad de que construyera un modo de representación que, sin decir tonterías, sin ser banal, sugiriese a otras personas lo que he pensado y sentido o les hiciera pensar sobre su propia experiencia de realidad, sobre su cotidianidad y más concretamente sobre cómo las imágenes de los medios de comunicación conforman nuestra vida cotidiana?

Paco Vivo. El huerto de Perico. 2011

Parece que volviese años atrás. Aún dándole vueltas a lo mismo y no hay manera. Desde luego soy hijo de mi época, que si incertidumbre vital, que si simulacros, que si para sentir la realidad necesitamos una representación que, por otra parte, en la mayoría de los casos resulta prosaica, etc.

Paco Vivo. El membrillero de la casa roja. 2011

Sigo una vida normal, común, donde el arte está presente a cada instante. Paso mi tiempo como la mayoría de personas que no se dedican a producir arte pasan sus vidas, cumplo un horario de trabajo, tengo una familia. Intento estar informado y en el tiempo que puedo dedicar a la creación pretendo obtener de lo ordinario un resultado artístico. Hablo de mi experiencia cotidiana porque  no conozco otra cosa mejor que aquello que me ocurre.

Paco Vivo. Regado a manta con desinformación verdinegra integrada. 2011

¿Qué busco cuando nombro lo cotidiano?
No me he aplicado en un estudio riguroso de los esquemas de representación de lo cotidiano. Y, por ahora, no los he analizado en los medios de comunicación, ni estudiado cómo se acerca a la cotidianidad la gente corriente o de cómo lo ha hecho el arte. Aunque de todos ellos haya tomado alguna característica. Tampoco me he obligado  a hacer un estudio sociológico de la imagen cotidiana ni de cómo el común de las personas vive su cotidianidad. Desde mi posición de observador intimista, me ha apetecido hacer un trabajo más o menos intuitivo y emocional con la aspiración de que el espectador reflexione sobre la existencia de las convenciones establecidas, diría que impuestas, para vivir la cotidianidad, aparte de obtener un placer estético.

Paco Vivo. Laurel pasado por agua y fuego. 2011 

En la serie que presento aquí fotografío el huerto como lugar concreto de mi experiencia fáctica del momento modulada por el recuerdo, en su mayoría, de sensaciones juveniles. Reminiscencias de hacer una labor en la huerta como limpiar de hierba los brazales bajo los limoneros sintiendo el frescor de la umbría en un mediodía caluroso, o escuchar el fragor del agua a su paso por las canales y como al entrar en el bancal burbujea tragada por la tierra sedienta. Por una parte la cotidianidad palpable hecha visible, por otra su transmutación forjada por las pulsiones y la rememoración de momentos de infancia y juventud. Aún teniendo visos de realismo el resultado no es un documento, es lo cotidiano desestabilizado, lo que habitualmente está a mi alrededor llevado hacia lo extraordinario, lo acostumbrado elevado a otro estadio, podría decir de ensoñación.

Paco Vivo. ¿Dónde está la casa roja?  2011

Fotografías que combinan elementos diversos del mismo huerto, un naranjo con la ramas de un taray, un membrillero con naranjas, instantáneas que convierten las hojas verdes en insinuaciones azules y ciruelas rojas en negras sombras o que disimulan una estructura geométrica en el realismo de los objetos. Elementos cotidianos que reelaborados cuestionan nuestra experiencia personal y nos alejan de la imagen mediática de lo cotidiano. Distorsiones y mutaciones que discuten la complacencia de las estereotipadas fotografías de los medios de comunicación. Medios cuya intención es impactarnos emocionalmente y adormecernos con una belleza arquetípica para que perpetuemos el imaginario impuesto.

Paco Vivo. La casa roja. 2011

Empleo imágenes cotidianas que aprovechan el efecto de realidad, un color llamativo o la composición poética para que el espectador entre en el juego y por sorpresa le asalte la paradoja, encuentre la ficción que transforma lo real en preguntas sobre la percepción y la construcción de la realidad a través del recuerdo, el deseo y el sueño. 

Paco Vivo. Ciruelas rojas hojas azules. 2011


No es este un tema novedoso, todo lo contrario, es una de las líneas de creación más concurrida, ya sea la cotidianidad anónima, fotografiando en general lo que ocurre en la calle o haciendo retratos sociológicos de la gente en un entorno particular, no tenemos más que revisar la obra de Jeff Wall o la de Thomas Struth, entre otros, o bien la cotidianidad más personal e íntima como lo hace Nan Goldin. Por lo tanto la originalidad está bastante comprometida y no he de obviar la influencia de muchos de estos artistas según lo pretendido en cada serie.

Paco Vivo. Las ciruelas negras de la casa roja. 2011 


 Algunas referencias tanto estéticas y formales como de contenido están dispuestas conscientemente y son explícitas, pero en buen número son citas inconscientes y aparecen porque durante el momento de creación tengo unas sensaciones y pienso que le va bien a lo que quiero decir y luego me doy cuenta de que tiene semejanzas con tal obra.  No sólo de fotógrafos sino también y abundantemente del mundo de la pintura. Por lo general son alusiones a la mirada del expresionismo abstracto y estructuralismo ruso, aunque también del cubismo y surrealismo, etc.

Paco Vivo. El olivo alabeado de la casa roja. 2011

Paco Vivo. Ciruelas y su complemento. 2011

Paco Vivo. El sol de las ciruelas rojas. 2011 

Paco Vivo. Recuerdos de la casa roja. 2011



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