lunes, 17 de septiembre de 2012

RUIDO Y DESINFORMACIÓN

Paco Vivo, ¿Arde o no arde?  2010


Siempre he estado preocupado por ser consciente de aquello que me rodea, por conocer lo mejor posible la realidad (difícil concepto). Pero, al mismo tiempo, se que no puedo alcanzar este objetivo determinado por las limitaciones del ser humano y las mías propias, y luego encuentro las adicionales que son el cruce de información de todo tipo, que nos llega, tanto desde nuestro círculo social cotidiano, como desde los estamentos públicos y sociales que no nos dejan ver con claridad, camuflando las cosas, espoleando nuestros deseos e instintos, para así influir en nuestras decisiones.


Paco Vivo, Quién lo desemborronará. 2010 


En las fotografías que llamo Ruido y Desinformación construyo relaciones formales y simbólicas verosímiles, aunque borrosas, deformadas, incompletas, inconexas, etc.,  para que el espectador atento se plantee conceptos afines como ilusión, confusión, manejo, censura, falsedad, engaño, sinceridad, sometimiento, libertad, confianza, voluntad, …….  


Paco Vivo,  Emborronados.  2010

Todo ello porque construimos un falso conocimiento del mundo al servicio de unos intereses que van, poco a poco, conformando la opinión pública. Y, me gustaría conocer estas maquinaciones y hacer consciente al público de que la información que circula por los medios construye diariamente un mundo paralelo a la conveniencia de quien la domina, sin tener en cuenta el buen desarrollo, tanto intelectual como económico, de la sociedad.


Paco Vivo, No solo las rejas nos aislan, 2010

En cuanto te interesas por este tema es fácil escuchar que “hoy tenemos más medios de comunicación pero menos herramientas para la comprensión”, por lo que un arte que denuncie la situación se ha hecho absolutamente necesario. 


 Paco Vivo, ¿ Debemos confiar?  2010


Hay que hacer público el juego desinformativo, reconocer que es complejo y que la desinformación es un acto muy peligroso, es decir, la “información técnicamente correcta, pero intencionalmente manipulada, al servicio de ciertos fines” no nos deja conocer y nos hace esclavos.


Paco Vivo,  Ante lo que no puedo decir.  2010

Por esto, en esta serie de fotografías nunca se perciben diáfanamente los objetos, los paisajes, los personajes, siempre hay una arbitrariedad, algún límite que impide ver. Y, son así porque las imágenes no quieren nombrar un lugar, un espacio mental totalmente racional; porque crear un entorno de elementos cotidianos bello sin más, un paisaje habitable objeto de deseo -como hace la publicidad- sin algo que lo delate, sería alinearse junto a lo establecido, al poder.


Paco Vivo, Busca  Anllares.  2010

Como el poder sabe que, para perpetuarse, debe conquistar la opinión pública por medio de un sistema de palabras e imágenes, y que, quien define estos términos, domina, por esto, quiero construir un sistema que descubra el juego, desorbitando sus estratagemas, ofreciendo información correcta pero manipulada, que nos hace dudar, nos desorienta con iluminaciones opuestas, elementos arbitrarios, reunión de árboles y plantas de diferentes ecosistemas, diversas perspectivas en la misma imagen, ..….......


Paco Vivo, Busca el pueblo de Anllares. 2010

Todo ello sabiendo que en la imagen el ruido es la ilusión que sustituye a la representación, que una imagen con ruido convierte la descripción de la realidad objetiva en una abstracción, en un acto conceptual subjetivo sobre espacios irreales, pero que, sin embargo, visto desde la relación humana y no científico-matemática, puede darnos otro tipo de información que completa la que podemos obtener por medios objetivos.


Paco Vivo, Die brücke casi invisible, 2010


Al tratar un tema como la desinformación parece necesario que las imágenes que utilicemos sean de aquello que nos ofrecen en la televisión, en la prensa, internet, etc. y creemos es la “información”.  Y, aunque nos falte mucho para ser conscientes de cómo nos influyen con ese tipo de iconografía, me interesa en especial la manera en la que nos persuaden al crear las imágenes personales de nuestra cotidianidad, que a fin de cuentas crearán el perfil de nuestra identidad. Por eso utilizo fotografías de mis excursiones y de mi entorno, las que hacemos todos habitualmente.


Paco Vivo, Mundo sinuoso,  2010

Cuando vemos arte sólo reconocemos diseño y glamour, no queremos buscar significados y menos complicarnos la vida. Pero, si viendo una fotografía de un paisaje cotidiano, que los medios siempre nos presentan como idílico, aparece una polvareda que impide ver, que no deja comprender, que ensucia las bonitas flores o recorta los frondosos árboles y las sinuosas montañas, tal vez nos preguntemos quién ha levantado ese velo.


Paco Vivo, Información ocultamiento, 2010

Y, entonces, reconociendo la información manipulada, alguien pueda darse cuenta de que, aunque sabemos que desde el exterior nos manipulan, nosotros mismos somos uno de los culpables. Nosotros, el público, somos los co-responsables de la desinformación que recibimos.


Paco Vivo, Mercado continuo, 2010

En primer lugar, porque, buena parte del público, influido por la desinformación que ejerce el poder, aboga por la censura y critica el derecho a investigar y a exigir informaciones, se conforma con noticias e imágenes incompletas, manipuladas, borrosas; y en segundo lugar, porque el público opta por malinformarse, ya que un gran porcentaje se “alimenta” principalmente de televisión, dejándose intoxicar con información inapropiada y cayendo en la obsesión por el entretenimiento, lo que les lleva a niveles preocupantes de frivolidad.

Paco Vivo, Cielo con mancha original, 2010

La palabra desinformación es contemporánea, pero la práctica de la desinformación, entendida como difusión de noticias falsas para crear confusión al enemigo, es mucho más antigua. Así se pueden interpretar dos consejos que en el siglo V antes de Cristo dio el escritor chino Sun-Tzu en el Arte de la guerra: todo el arte de la guerra se funda en el engaño, y el arte supremo de la guerra es someter al enemigo sin combates.

 Paco Vivo, Información desintegración,  2010

Roland Jacquard ubica la «dezinformatsia» al finalizar la I guerra mundial. Según él es un concepto introducido en Francia por inmigrantes procedentes de la URSS, que narraron que la policía utilizaba esta palabra para denunciar acciones interiores o exteriores que intentaban obstaculizar la consolidación del nuevo régimen.

Paco Vivo, Distorsión de tiempo con manchas estáticas,  2010

 La palabra dezinformatsia aparece en la Enciclopedia Soviética en 1952 (propagación de informaciones falsas con el fin de crear confusión en la opinión pública), pero es en 1980 cuando se populariza tras un juicio en Paris cuando el testimonio de un agente da amplia repercusión a las técnicas del KGB.

Paco Vivo, Información deslumbramiento,  2010

Jacquard, (1988) la define como un “conjunto de técnicas utilizadas para manipular la información conservando su verosimilitud con el fin de influenciar sobre la opinión y las reacciones de las gentes”.  


Paco Vivo, Anochecer tras los cristales,  2010

Shultz y Godson la definen como: «Información deliberadamente falsa, incompleta y errónea, diseñada para engañar y desorientar a las autoridades gubernamentales y no gubernamentales y/o los medios de comunicación social para manipular personas o grupos predeterminados para que crean la falsa información y, en consecuencia, actúen en interés de la nación que lleve a cabo la operación»


Paco Vivo, Distorsión de escritura con manchas técnicas,  2010

A medida que la palabra comienza a ser de uso universal, su significado y su ámbito se amplían también. Y así se incluyen ya no sólo las noticias falsas, sino las engañosas o deformadas (Enciclopedia Soviética, 1972), o el propio silencio de algunas noticias (Petit Larousse, en 1982: acción de suprimir la información, minimizar su importancia o modificar el sentido).


Paco Vivo, La mancha de la Sierra Norte,  2010






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