domingo, 23 de septiembre de 2012

DOCUMENTALISMO VERSUS POSTHUMANISMO


Hace unos meses hablaba con un amigo fotógrafo de las imágenes que había tomado en un viaje y pronto la conversación derivó hacia temas más teóricos, llegando al debate establecido entre fotógrafos documentalistas y posthumanistas, que también podríamos asociar a, lo que se ha venido a llamar, fotografía sólida y líquida o posfotografía, respectivamente.


Walker Evans

      
Convinimos en que no es fácil definir el concepto de fotografía documental ya que su sentido es muy amplio; tanto que hay quienes dicen que si parte de una imagen había sido obtenida por medios que conserven el rastro de la luz, dicha imagen, en última instancia, mantenía algo de documento, en el sentido de que tiene una relación con la realidad.

 Sin embargo, fue imposible ponerse de acuerdo, y podríamos haber discutido hasta el infinito sobre hasta qué punto una manipulación disminuye la capacidad documental, o su calidad como documento, ya sea por una manipulación física de retoque en la imagen, un posado o la mirada intencionada del fotógrafo.
 
Joan Fontcuberta, en la serie Orogénesis, crea paisajes posibles, usando “Terragen , un programa informático creado originalmente para uso militar y científico que convierte los mapas en imágenes tridimensionales del terreno. 



Poco después, tuvimos un fuerte enfrentamiento en la discusión de si la imagen digital es obtenida de forma artificial completamente es o no fotografía ; es decir, que no hacía falta el objeto en el que incide la luz y cuyo reflejo es atrapado por una placa sensible, sino que era suficiente crear una imagen por medios informáticos y esto era fotografía.


Bern and Hilla Becher


Mi contertulio decía que la fotografía en sí es documental y debe reproducir algo real, que si no, no es fotografía. Le pregunté entonces cómo se podría llamar la imagen digital artificial y le expuse que era cierto que desde su invención siempre se ha hecho referencia al parecido con el objeto, a la mayor objetividad  de la fotografía frente a otros medios, pero que no sólo la objetividad convierte a una imagen en documento, que para mí, es primordial el sentido que se le da.

No paré en toda la conversación de decirle a mi interlocutor que la fotografía ha cambiado mucho, que todos sabemos que los jóvenes de hoy no tienen la misma relación con la imagen que nosotros, sus padres. En esta materia los cambios socioculturales han sido muy profundos de una generación a otra. Por ejemplo, no hace tanto tiempo, yo mismo no era tan alegre apretando el disparador de mi cámara; controlaba muy bien las fotografías que hacía; dos carretes (72 fotos) ya era mucho disparar en un día. Los sucesos los tratábamos como hechos extraordinarios a los que debíamos encontrar sentido y que por lo tanto debíamos conservar. Ahora, disparo sin contención y nuestros hijos con su móvil  ni se lo piensan.


Fotografía de mis hijos hecha con cámara compacta por ellos mismos



Luego guardaba las fotos en álbumes y se las enseñaba a los amigos (pocos) para decir cómo era aquello que había fotografiado y de este modo recordar los momentos vividos. Los adolescentes, hoy hacen una foto y la cuelgan inmediatamente en la red para que todos, amigos y no tan amigos, las vean. Así que las fotos ya no solo guardan nuestros recuerdos, sino que son mensajes que forman la identidad de nuestros retoños. Identidad pasajera, porque mañana te cuelgan otra foto calcada de la de su ídolo, en la que aparecen como tal personaje de moda, o dándose un baño en la playa, haciendo deporte o poniendo morritos, lo que, por otra parte, le da sentido a sus fotografías. Y qué les importan las fotografías de ayer si hoy las van a sustituir por otras tantas que, con el paso del tiempo, se van amontonando en el olvido para perderse en el ciberespacio.

Para que mi amigo entendiera mi postura le aconsejé que leyera el artículo que Joan Fontcuberta había escrito en La Vanguardia:
http://www.lavanguardia.com/cultura/20110511/54152218372/por-un-manifiesto-posfotografico.html

Joan Fontcuberta en la presentación de su proyecto "A travès del mirall" en la galería Àngels Barcelona. Foto: Joan Puig

En esta conversación de puntos tan calientes los dos exponíamos nuestras razones pero no había quien cediera un milímetro en su posición, seguíamos firmes en nuestras convicciones. Así que comprendo el debate tan contundente que se produce a otras esferas.


Por ejemplo, en otra entrevista Fontcuberta dice:Cada vez me parece más interesante la mala fotografía. Cuanto peor, mejor. La cantidad sustituye a la calidad, y la autoría en sentido tradicional desaparece. Ya no tiene sentido hacer más fotos sino saber manejarlas. El creador fotográfico actual no es un perseguidor de calidad sino un prescriptor”.

Entrevistas a grandes fotografos por Francisco N Merino    Publicado el: 09/06/2010


Jorge Ribalta


En sentido contrario, Jorge Ribalta escribe:

”No querría que se malinterpretasen mis palabras pero estoy convencido que el discurso postfotográfico es un desviacionismo reaccionario que nos aparta de la naturaleza política del archivo. Necesitamos recuperar otros discursos para defender la especificidad del arte y la cultura más allá del paradigma moderno clásico contra la razón instrumental y el espejismo tecnologista. Por tanto, el núcleo de la cuestión consiste precisamente en encontrar métodos y enfoques alternativos que sean estructuralmente significativos y emancipatorios. No quiero dar por el momento una solución o un modelo a ese problema.  



Jorge Ribalta

Lo que parece claro es que la situación presente nos obliga a repensar y reformular los modelos históricos de fotografía como arte producido políticamente, en su mayoría anclados en un ideal de critica democrática que hoy es insuficiente para fundamentar un pensamiento y una acción transformadoras en la esfera pública. Internet es una trampa, hay que regresar a la historia: la fotografía será documental o no será”.

(Perdonad que no facilite la fuente. He perdido la referencia. El texto está sacado de un comentario de Jorge Ribalta en un blog sobre fotografía. )



También encontré un artículo de Dominique  Baqué (autora del conocido libro La fotografía plástica. GG) que me dio algunas claves para comprender la situación, ya que recoge muy bien la postura de los fotógrafos documentalistas actuales.
   





Baqué piensa que “este ineludible retorno del documento puede explicarse de varias maneras:

-       por la necesidad de un retorno lúcido y prudente a la realidad, a lo que algunos pueden llamar como el retorno de la historia (verificado a través de las múltiples guerrillas tercermundistas que implican nuevas formas de lucha contra el asentamiento supuestamente irresistible del capitalismo liberal pensado como fin de la historia)
-       y por la crítica al post-humanismo que ha devenido en la ortodoxia del arte contemporáneo.

También se pueden encontrar otras razones para este retorno en:
-       la crisis sin precedentes que afecta a los medios masivos de comunicación, con la mira puesta en el modelo dominante de periodismo hasta hoy en boga;
-       la cada vez más aguda crítica de la hegemonía hollywoodiense;
-       la comodidad engendrada por un postmodernismo que solo brilla por su arrogancia y su cinismo;
-       y finalmente, en la esperanza de reencontrar algunas cosas del orden de la verdad”.


Thomas Struth, Paradise 9. 1999. 

Aunque apostilla, y aquí está otra de las cosas que quería hacer comprender a mi amigo, que “es preciso en este último punto mostrarse prudente, pues el gusto reencontrado por el documento puede tener sus fundamentos dentro de una dudosa ideología de la autenticidad. No se trata de recobrar al documento como prueba infalible. No menos que el arte, el documento tampoco “muestra” la realidad, sino que la construye, la dota de sentido, aún a riesgo de los falsos sentidos y contrasentidos, pero ya no será nunca más la epifanía de lo real.”


Guillaume Herbaut

Encontrar esta aseveración hecha por un personaje tan importante de la crítica fotográfica me reafirmó en mis convicciones: al igual que otro tipo de imágenes la fotografía no es más que una representación. No es la realidad, como algunos quieren denotarla.

Más adelante, Baqué prosigue diciendo que “son numerosos los documentalistas que piensan hoy en día su práctica como la elaboración de un sentido nunca expresado “tal cual”, más bien siempre para descifrar y construir (Paul Graham, Guillaume Herbaut, Jean-Luc Moulène, etc.)


Jean Luc Moulène

Y cree que es necesario evocar el trabajo de Allan Sekula, porque “fue uno de los primeros artistas en volver al documento inventando, el llamado realismo crítico. Para él la construcción del documental implica simultáneamente la restitución del acontecimiento cotidiano y su puesta en escena. Sosteniendo también la idea de que el documental nunca es la restitución plana y objetiva de una realidad dada.”

Allan Sekula
      
“El retorno al documental se vale de estrategias visuales que practican un enfrentamiento con el mundo actual, evolucionando algunas veces sobre una politización de la imagen. Entre estas estrategias están las que evocan la reapropiación de la imagen de prensa (propias de la instantánea y del retrato)" y “en el otro polo se sitúan las estrategias de la puesta en escena y la teatralización”.

 Al fin para documentar su artículo comenta los trabajos de algunos fotógrafos que participaron en la exposición Covering the Real. Art and Press. Fotografía de Wharhol a Tilmans (Basilea, 2005):


Wolfgang Tilmans

“Wolfgang Tilmans, ha reunido por su parte una colección de cortes de prensa que trata directamente como materia documental integrándolos en algunos de sus trabajos (instalaciones, exposiciones, libros). Lo que se juega aquí es la desconfianza generalizada que pesa sobre la imagen de prensa y su desvío con fines críticos. Más aún, la puesta al día de su “viudez”, como si con esta imagen no quedara nada más por hacer sino jugar según unas estéticas y unas combinaciones variadas sin esperar la menor compasión”.



Walid Raad


“Presentando al documento dentro de variados dispositivos, Walid Raad (Atlas Group), no se contenta con poner en duda su valor de verdad, sino que reafirma por el contrario su poder de narrar y de significar. 
  



Akran Zaatari

Akram Zaatari, efectúa un paciente trabajo de recolección de fotografías, convirtiendo el acto de coleccionar en recorrido artístico. En ambos casos, el archivo resultante deviene actual y se integra como un elemento más del discurso”.        



Michel LeBrun-Franzaroli
Michel LeBrun-Franzaroli

“Michel LeBrun-Franzaroli se vale de archivos de la primera guerra del golfo interrogándose sobre la naturaleza de un medio que difunde un flujo ininterrumpido de imágenes suministradas por el servicio de prensa de la armada norteamericana. Realiza grandes ampliaciones hechas con imágenes tomadas de Internet que muestran una guerra sensiblemente menos higiénica que aquella promovida por los servicios oficiales. Con el gran formato, el artista somete a las fotografías a una pérdida de definición y a una degradación cualitativa, consiguiendo la aparición de deformaciones parásitas que metaforizan la manipulación y la mentira”.

“Estas estrategias del retrato y la instantánea son a menudo la razón de ser de obras que juegan con la reserva de sentido, el distanciamiento y una especie de pudor formal”.




Karl de Keyser


“Las estrategias de la puesta en escena y la teatralización juegan la carta de la dramaturgia y del exceso estando a menudo cargadas de ironía con relación a los acontecimientos de la historia a las que se refieren. Se adhieren a veces a una estética kitsh que podemos interpretar como otra forma de distanciamiento”.



Wang Quingson

                                                
 “Así en los trabajos de Karl de Keyser, Adi Nes, Wang Quingson o, también, Eric Baudelaire, quien tuvo la audacia de exponer el “falso” absoluto Dread Full Details, una escena de guerra en Bagdad falsificada parte por parte casi en su totalidad, mediante un ensamblaje a modo de puesta en escena del artista. El díptico parece dar a conocer lo que de un primer vistazo llamaríamos fotoperiodismo en su vertiente más tradicional: mujer desconsolada, niño escandalosamente herido, anciano presa de la indignación y la cólera, marines en nerviosa alerta. Para el fotógrafo plástico no se trata ya de caricaturizar el trabajo de los fotorreporteros sino de interrogarse críticamente sobre la historia de la representación de la verdad”.




Eric Baudelaire
                                     

Párrafos seleccionados del artículo La imagen fija para repensar el mundo por Dominique Baqué                                  Creado en Arte, cultura y pensamiento     Zona Roja  Espacio Fotográfico                                                  Sábado, 7 de Febrero de 2009 (Traducción: Rodrigo Roger)

(Original en francés: Revista ArtPress  nº 352)    www.art-press.fr



José Sánchez

Por otra parte, le confesaba a mi amigo, que debo reconocer cierta prevención contra los fotógrafos profesionales puristas. Las conversaciones que he tenido con fotógrafos de esta tendencia suelen dirigirse a un determinado camino que, por lo común, no lleva a ningún sitio, sin embargo otro tipo de fotógrafos, a los que no les importaba tanto lo específico del medio fotográfico, parecen más espontáneos y libres. Normalmente, los primeros buscan en el respeto a la técnica un asidero protector tanto formal como conceptual y si, ciertamente, unas herramientas austeras bien utilizadas pueden llevar a resultados meritorios y refinados, por otra parte, existe la posibilidad de que esa actitud nos lleve a la acomodación, porque una vez conseguida la reproducción detallada, la fidelidad tonal y la composición esmerada, los simples fotógrafos se amparan en su pericia para captar buenas imágenes, que creen es la forma que tiene el mundo o al menos la que ellos ven, y no dan el paso decisivo.


José Martínez



Logrado su requisito técnico, se sienten colmados y muestran un aire de autosuficiencia por el dominio del oficio. No se dan cuenta de que la técnica en sí es una escusa frente a la verdadera problemática que es la búsqueda, tanto de nuevas estrategias de representación, como de diferentes prácticas de significación y capacidades de comunicación.


A pesar de mi recelo no creo que haya diferencias cualitativas que vengan dadas por los distintos modos de producir fotografías. En muchas ocasiones hablamos como si sólo hubiera la posibilidad de hacer un tipo de fotografía, como si sólo hubiese un lenguaje fotográfico. Y, ¿no será que existe la posibilidad de diferentes lenguajes fotográficos con iguales propiedades expresivas y cada uno con sus cualidades estéticas?


Oleg Duryagin,  Ángel biónico. Fotografía 2006

Todo lo que es carne pasa por una especie de metamorfosis digital, se borra, se alisa, y se lleva a una precisión extrema.




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