lunes, 18 de junio de 2012

Si desconfío de una buena imagen, es que desconfío de todas las imágenes.


Bryan, después de ver tus fotos y de la charla que tuvimos el otro día he estado dándole vueltas a la cabeza sobre un tema que comentamos y que denominamos, de forma rápida, fotos turísticas, englobando muchos conceptos en un solo término y que no tienen nada que ver con eso.
            Lo que me pasa personalmente al ver ese tipo de fotografías, las que hacemos aquellos que nos gusta la fotografía cuando vamos a otro país, a otra ciudad o a un lugar sugerente, sobre todo cuando son como un reportaje, es que tengo la sensación de “déjà vu”, de que ese código me transmite algo ya empaquetado listo para consumir.
Para acercarme más a la idea me viene como anillo al dedo lo que dice Huang Du, comisario de una de las exposiciones de PHotoEspaña 2012 que se celebra estos días en Madrid, sufrimos violencia, tenemos ansiedad y estrés producido por el constante bombardeo visual e informativo.
            Estamos saturados de imágenes vistas en televisión, internet, etc., que se distribuyen por igual por todo el mundo, que dan forma a nuestra manera de comprender lo real, que nos dicen cómo tenemos que ser o qué hacer.
            Al ver estas fotografías “turísticas”, “documentales” que se parecen tanto unas a otras, tanto que se pierde el contexto, la intención, el ánimo de quien las hizo, me viene la incertidumbre, la desconfianza, el escepticismo sobre el propósito de quien las ha hecho, e incluso la sospecha de si no está repitiendo esquemas preestablecidos impuestos por el sistema social dominante. También pienso en la ingenuidad de quienes las hacemos.

            ¿Qué hay o qué se pretende en muchas de estas fotografías que respetan la técnica, que buscan la reproducción más detallada o la fidelidad tonal, que tienen una composición esmerada y que incluso nos cuentan una historia conmovedora? No hay que infravalorarlas, pero desconfío de ellas. Necesito saber más, porque como decía el texto de presentación de la mencionada exposición Ansiedad de la Imagen, “recibidas por quienes las contemplan desprovistas de toda contextualización geopolítica, contribuyen a un mayor desconcierto y a una necesidad ineludible de codificarlas”. Y añadiría que las codificamos incorrectamente o más bien de forma mediatizada. http://www.fundacion.telefonica.com/es/que_hacemos/conocimiento/exposiciones/actuales/ansiedad.htm



                                    Chen Chieh jen - Las fronteras de imperio - Western Enterprises, Inc.
                                     / Empire’s borders II—Western Enterprises, Inc., 2010              
                   

Si desconfío de una buena imagen, pongamos por ejemplo de Chen Chieh jen, uno de los fotógrafos seleccionados, es que desconfío de todas las imágenes. Y es que, en un mundo donde se está transformando el modo de comunicación, no nos queda otra. A pesar de las dudas que me generan más fotos de esta exposición, veo muy acertada la segunda idea del texto, que te cito: “Un mundo nuevo que incardina conceptos y usos colectivos desconocidos para las sociedades tradicionales, que transforma la manera de comunicarnos y los mecanismos necesarios para procesar la información recibida y que, por todo ello, produce desasosiego e inquietud”.
Por eso me gusta la fotografía que tiene algún elemento que rompe la armonía, como en la foto que me enseñaste donde un brazo entra de pronto en el encuadre o aquellas otras con algún desenfoque.
Me parece más acertado, con más fundamento, que la fotografía nos haga pensar en esa incertidumbre, no porque desconfiemos de su mensaje, de su pensamiento, sino porque planteamos la perplejidad como una de sus intenciones. No es que debamos buscar  lo que nos haga sentir escépticos como propiedad del mundo que nos ha tocado vivir, sino que,  miramos desde otro punto de vista, aunque no lo sepamos ubicar.
Por otra parte, tampoco es que debamos buscar lo imprevisto para crear la duda como síntoma de lo que acaece, sino, desde el campo de la comunicación, saber reconocer la autonomía de los elementos fotográficos, las propiedades de este lenguaje, que ya vive en internet, época en la que lo importante es quién da y cómo se da el valor y el sentido a la fotografía y que en libertad ampliará nuestros horizontes y nos dará imprevistos e interesantes resultados.

Por hoy ya está bien. En próximos días intentaré ampliar un poco más la idea.


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